Dos bandas emblemáticas del Noise Pop, de los tiempos en los que la acepción “Indie Rock” tenía el significado correcto, nos visitan este fin de semana en un concierto que puede ser memorable.

La ineludible cita será en el Wurlitzer Ballroom y está organizada por Indypendientes.

Dos formaciones imprescindibles, cada una en una en su propia vertiente del “noise”, que sacaron discos ahora totalmente reivindicables y atemporales, se juntan en una cita histórica. ¿Puedo decir algo más? Igual sí.

Poco puedo añadir a la historia de Automatics, sino recuerdos personales que me hacen ver a la banda como parte viva de mi propia historia musical; aquel concierto en el primer FIB, cuando solo había un escenario, la búsqueda de aquel disco que había oído en Radio 3, o escapadas a tal festival a verlos, cuando el tema festivales en España era una cosa prácticamente amateur, en comparación con lo de ahora. Su segundo disco, Space Rock Melodies (1997) resume perfectamente el sueño de una generación, que quería demostrar que aquí se podía estar a la altura de lo que venía desde U.K. 

                                           Automatics en su última visita a Madrid en el Madrid es Ruido

La vida son ciclos y el final de los de Linares llegó el mismo año que Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke idearon para su obra maestra de ScyFy.

Doce años después, Automatics volvieron a los escenarios y dos después, en el 2015, regresan a los estudios con el impecable Big Ear (Clifford, 2015). El año pasado volvió a ser el año de ellos, editando, también en la escudería Clifford, la revalida que nos demostraba que no estábamos ante una vuelta casual; Ruido Negro. Un disco cuidadísimo que nos presenta a una banda incontestable y que no mira hacia atrás. Podéis leer la critica que hice del citado álbum para Muzikalia. Con el paso del tiempo he tenido la suerte de conocerlos en persona, constatar que viven la música con pasión y sinceridad y de reafirmarme en que son pieza clave para entender la música independiente en nuestro país.

Con ellos, sobre el mismo escenario, y creo (si no me equivoco) que, por primera vez juntos sobre unas tablas, los sevillanos Amphetamine Discharge. Por lo tanto, podemos decir aquello de: “lo que no consiguió el indie de los 90´s lo consigue ahora Indypendientes”. La banda liderada por la “frontwoman” Aurora López, irrumpió a mediados de la década de los noventa con el disco Rotaflex (Roto 1994), un trabajo que nos presentaba a una formación que hacia tanto honor al nombre de la banda, como al titulo del disco. Melodías Pop con guitarras asesinas “noises”, encanto y jovialidad entremezclándose con violentos retazos de hardcore (de cuando el concepto hardcore no era la basura de filigranas metálicas de hoy día) y composiciones urgentes eran sus armas. Tanto fue la pegada del cuarteto que, hasta una marca de refrescos de la época, empleó alguna de sus canciones para sus delirantes anuncios.

Amphetamine Discharge vivieron tiempos de locos y fueron de las bandas que más escenarios patearon en su época, cuentan las crónicas de aquellos años que llegaron a dar hasta 100 conciertos en un año, algo impensable en nuestro país. Aunque nunca se llegaron a separar oficialmente, lo cierto que es poco habíamos vuelto a saber de ellos hasta este ya pasado 2017, con su regreso a los estudios en formato        E.P. Raise Your Addiction (Clifford Records) nos presenta cuatro temas grabados a las ordenes de Josema Daltón en los estudios de su propiedad. Cuatro trallazos de Rock & Roll (poned vosotros la etiqueta) que se adaptan a los tiempos sin olvidar a los cuatro chavales que quisieron comerse el mundo en los noventas.

Los norteamericanos tenían a Veruca Salt, ahora, nosotros seguimos teniendo a Amphetamine Discharge, no nos dan envidia.

        
                                                   Entradas: 12€ anticipadas en Escridiscos o Ticketea

                                                             Sábado 13 de enero en Wurlitzer Ballroom